Empezamos a recorrer un lugar único:
Después de almorzar unas empanaditas, intentamos llegar hasta la Gargante del Diablo, que está ahí nomás según varios paisanos que nos indicó el camino. Realmente el camino es fantástico y se ve Tilcara desde arriba.
Este fue el primer camino de cornisa en el que los tres autitos pasaron la prueba con MB 10 Felicitado. Como por lo que veíamos tidavía faltaba para llegar, decidimos pegar la vuelta y viajar hasta Humahuaca, donde haríamos noche.
Encontramos nuestro hospedaje: La vasija . Después de acomodarnos en las habitaciones, Joli se fue a la cama porque fue a quién más le pegó el "apunamiento".
El lugar dónde paramos era así:
Gracias a Celeste, que nos asesoró de una manera genial ( una dulce...) cenamos en el hostal y nos preparamos para madrugar porque al otro días teníamos que ir a Iruya, en micro.
Dimos una vuelta al pueblo, meta coquear, y después de almorzar, los únicos valientes que se animaron a ir hasta el mirador fueron Damián y Kutú.
Los chicos bajaron hasta el río (menos el Gus que se quedó a la sombrita de la Iglesia) y con Adri y Maribel fuimos por el puente del otro lado para ver Iruya desde el frente.
A la noche y como era el Día del Amigo, y considerando que Joli ya se sentía mejor, fuimos a cenar al Cabildo.
Y para terminar la velada, los muchachos mostraron en 4 para corroborar que la altura no les había pegado.
En Jujuy, lo pasamos rebien. Ya al otro día, salíamos para Purmamarca y las Salinas Grandes.
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