sábado, noviembre 20, 2010

A conocer Cafayate

Desde Río de Arena nos dedicamos a conocer Cafayate. Después de drsayunar nos fuimos hacia el norte para conocer ese pueblo que teníamos tantas ganasde conocer.
Lleganos al mediodía y compramos lo necesario para hacer un picnic. Elegimos un lugarcito al lado de la ruta para llegar hasta los médanos.

Armamos los sandwichitos, comimos a la sombrita, los chicos jugaron al lado de los roneles y espiaron a los caballos que estaban al lado del camino.


Después llegamos, después de perdernos otra vez, a los Médanos. Es un lugar increíble. Los Álvarez y el Gus se quedaron el los autos (haciendo la siestita) y el resto fuimos a investigar. Después de caminar por un sendero angosto llegamos hasta los médanos:


Los chicos se dedicaron a tirarse con una goma que encontraron por ahí y nosotros (con esfuerzo llegamos hasta arriba) nos dedicamos a observar el paisaje:

El problema fue empezar la vueltita, para bajar de los médanos, el mejor sistema fue el de Damián:

A la tarde nos fuimops hasta la bodega de San Pedro de Yacoyuya: el camino y el lugar hermosímo.







Los "tíos postizos de Bruno" le regalaron su primera copa para que comience EL DÍA DE MAÑANA a tomar sus primeros vinos:


Después volvimos a Cafayate, para tomar un helado en dónde según dicen se hace el único helado de torrontés y de tinto. Se parece bastante a
Romano: pocos gustos y un señor que a las 7 de la tarde ya estaba cerrado. Muy buenos los heladetes.



Después fuimos hasta la Plaza Central de Cafayate y allí , ¡Oh, sorpresa! nos encontramos con Les Dassouilles en Vadrouille, que ya el día anterior nos habíamos cruzado en la ruta a las Ruinas de Quilmes. El anterior del anterior nos habíamos conocido en Tafí del Valle. A Damián le había llemado l atendión del Dassaouille-movil y nos habíamos puesto a charlar. Clément estaba con su pelota de rugby, así que partió con los chicos a jugar al rugby con los chicos. Después de charlar un buen rato en la vereda decidimos instalarnos en un bar a tomar unas cervezonas.


Brindamos por los viajes y quedó flotando la promesa de volvernos a encontrar, ¿será posible que nos podamos volver encontrar en Lincoln? Tal vez, sí.

A la noceh, de nuevo hasta la de Doña Rogelia en Colalao del Valle que nos estaba esperando con las empanaditas y los pollitos al horno.




Un día muy intenso, hizo que después de los brindis volviéramos a Río de Arena, para al otro dá salir bien temprano para Villa Unión. Considerando que eran muchos Kilómetros, la idea era salir antes de las 8 hs.
 
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