martes, mayo 12, 2009

Dios los cría y ... los amontona

Mientras los chicos hacía el rappel, y el resto se mordía los codos, los hombres ( Damián, Gus y Guille) se dedicaron a cumplir una misión: conseguir un lugar en donde comprar hielo, para amenizar la espera con una de las botellitas que cuidaban en el bodega-móvil. Recorrieron algunos almacenes sin éxito, hasta que alguien coment´p que en un almacén/bar/boliche probablemente vendieran...
Hacia allí fueron.
Damián encaró pero sólo encontró a un ameno grupo de parroquianos que hacía lo que se hace en cualquier boliche del planeta Tierra: chupar.
Como allí no había hielo, le contaron que enfrente probablemente shí habría. Efectivamente, lo consiguió y comenzó la vuelta hasta el auto que había quedado a dos cuadras.
La sorpresa fue ver que alguien lo seguía. Cminaba zigzaguendo de vereda a vereda, como siguiera el rastro de algo.
Al ir llegando, Gus se dio cuenta de la situación por lo que tomó una ubicación de defensa del botín: se sentó contra la puerta del baúl.
Damián al ver al hombre más de cerca vió quien era:uno de los parroquianos del boliche que con toda cortecía le pedía plata. Mientras, Guille intentaba fabricar un vaso, por lo que el amigo, insistió en que le dieran algo. Luego de cargar el vaso, Damiçan le ofreció lo que quedaba en la botella, para la alegría del caballero.
Creo que pocas veces, se dan estos casos, pero confirman el hecho de "Dios los cría...". Cuando nos contaron lo sucedido, decretamos que ese hoembre es un miembro honorario de la peña en La Carolina.

 
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